Acabar con el celibato no resolverá problemas de los curas, precisan sacerdotes argentinos

BUENOS AIRES, 22 Dic. 16 / 02:38 am (ACI).-

“El celibato nos da la posibilidad de una entrega generosa que plenifica nuestra vida en servicio del Pueblo de Dios”, afirmaron los sacerdotes de la diócesis de San Francisco en Argentina, frente a los recientes casos de abusos perpetrados por clérigos que han provocado cuestionamientos sobre el celibato sacerdotal.

En su mensaje titulado “Carta al pueblo de Dios de los sacerdotes de la Diócesis de San Francisco”, aseguraron que “el fin del celibato no resolverá todos los problemas y crisis que atravesamos los curas”.

La diócesis de San Francisco ha debido enfrentar el abandono de los hábitos de tres sacerdotes por distintos motivos, uno de ellos para asumir “las responsabilidades propias a la paternidad”, según indica un comunicado del Obispado.

En su mensaje, los sacerdotes sostuvieron que “nos descubrimos llamados a vivir nuestro celibato como una opción libre y queremos manifestar, con realismo, que es expresión de nuestro amor por el Señor Jesús, su Iglesia, los pobres y vulnerables”.

Aclararon que este no es un tema prohibido en la Iglesia, por el contrario, hoy se habla “con libertad” sobre los valores y dificultades que implica “abrazarlo con convicción”.

Además, la Iglesia en Argentina se ha visto golpeada por los casos de abusos sexuales ocurridos en un centro que atiende a niños con problemas de audición y trastornos del lenguaje en Mendoza, en el que están involucrados dos sacerdotes y varios laicos.

Frente a esto, los sacerdotes señalaron que en los momentos difíciles es fácil caer en sentimientos negativos, tristeza y confusiones, por lo que es necesario pedir “la docilidad al Espíritu Santo para discernir, en todo esto, lo que Dios nos está pidiendo”.

“Este momento que vivimos como Iglesia diocesana nos debe llevar a una profunda reflexión de cara a Jesús y pedirle que nos dé su luz, para discernir, entre todos, lo que Él nos está pidiendo”, señalaron en su mensaje.

“Ese estar cara a cara con Jesús en esta Navidad, nos anima con serena valentía a pedir perdón por nuestras incoherencias y tibiezas en la entrega pastoral cotidiana, en la comunión y la falta de ardor misionero. Estamos convencidos que Jesús nos está pidiendo una mayor entrega y generosidad en nuestro ministerio”, sostuvieron los sacerdotes.

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