Alguien muy especial

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Todos tenemos ese alguien que el solo hecho de verlo nos causa gran alegría, esa persona que nos hace sentir en casa cada vez que estamos con él o ella; cuando la escuchamos, algo palpita en nosotros a mil por hora.

Jesús se nos presenta como una de estas personas. Por el hecho de existir, nos causa gran alegría y nos da una razón para vivir más profundamente nuestra libertad. Comunicando su mensaje de salvación, nos ayuda a ver más allá de nuestras miserias terrenas porque no estamos hechos sólo para este mundo sino para algo que trasciende el espacio y el tiempo: la vida eterna. Uno de los puntos centrales de la «Buena Noticia» es la libertad como capacidad del hombre de hacer lo que más le ayude en su vida, buscando siempre su bien más profundo. Esta libertad puede decaer y convertirse en un «haz lo que quieras»; por eso Jesús viene al mundo para redimir nuestra libertad y mostrar cómo vivir de acuerdo a quienes somos, hijos amados del Padre.

Jesús es esa Persona especial que el Padre ha ungido con un aceite que no se acaba, desde toda la eternidad. Este aceite es su amor. Dios Padre también nos unge con este aceite especial y nos da la gracia de compartirlo con los demás para que puedan ver quiénes somos en lo más profundo.

Dios nos ama, y de esta certeza surgen los frutos de curación, escucha atenta, adoración. El aceite nos hace especiales delante de Dios porque nos marca para que todos reconozcan quién los ha amado, los ama y los amará inmensamente. Sólo debemos dejarnos penetrar por el amor de Dios.

«Jesús revela el ahora de Dios que sale a nuestro encuentro para convocarnos también a tomar parte en su ahora de “llevar la Buena Noticia a los pobres, la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, dar libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia en el Señor”. Es el ahora de Dios que con Jesús se hace presente, se hace rostro, carne, amor de misericordia que no espera situaciones ideales, situaciones perfectas para su manifestación, ni acepta excusas para su realización. Él es el tiempo de Dios que hace justa y oportuna cada situación y cada espacio. En Jesús se inicia y se hace vida el futuro prometido».
(Homilía de S.S. Francisco, 27 de enero de 2019).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Visitar un enfermo y comentarle mi experiencia del amor de Dios.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

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