VATICANO, 07 Mar. 16 / 12:34 pm (ACI).- El domingo por la tarde el Papa Francisco inició sus ejercicios espirituales (retiro) junto a los miembros de la Curia del Vaticano hasta el viernes 11 de marzo en la Casa del Divino Maestro de la localidad italiana de Ariccia.

El retiro comenzó con la adoración eucarística y el rezo de las vísperas. El P. Ermes Ronchi, de la Orden de los Siervos de María, dirige la meditación a partir de un elenco de diez preguntas tomadas del Evangelio.

La primera meditación fue sobre la pregunta de Jesús: “¿Qué buscan?” (Jn 1, 38). Según señala Radio Vaticano, el sacerdote explicó que la propuesta para estos días es detenerse en escucha ante las preguntas de Dios, no para interrogarlo sino para dejarse interrogar por Él.

A estas preguntas, dijo, es necesario responder con fe para buscar a “un Dios sensible al corazón, uno que hace feliz el corazón, cuyo nombre es alegría, libertad y plenitud”.

“Todo hombre busca a un Dios atrayente. Dios puede morir de aburrimiento en nuestras iglesias. Devolvámosle su rostro solar, un Dios deseable del que gustar y gozar. Será como beber de las fuentes de la luz, en las orillas del infinito. ¿Qué buscan? ¿Por quién caminan? Busco a un Dios deseable camino por uno que hace feliz el corazón”.

Las reflexiones de este lunes giran en torno a dos preguntas: “¿Por qué tienen miedo, no tienen fe?” (Mc, 4, 40)  y “Ustedes son la sal de la tierra. ¿Pero si la sal pierde sabor, luego será salada con qué?” (Mt, 5, 13).

Sobre la primera pregunta, el P. Ronchi dijo que “el miedo y la fe son las dos antagonistas que se disputan eternamente el corazón del hombre. La Palabra de Dios, de un lado al otro de la Biblia, consuela y basta, repitiendo infinitas veces: no teman, ¡no tengan miedo!”

El miedo, explicó, no es la ausencia de coraje sino “la falta de confianza” en Dios porque se tiene una idea errada de él.

“Creen en un Dios que roba libertad y no que ofrece posibilidades, se cree en un Dios al que le importa su ley y no la alegría de sus hijos, un Dios con mirada juzgante que hace huir en vez de generar que se corra a su encuentro, en el fondo alguien de quien uno no se fía”.

El sacerdote dijo luego que “el primero de todos los pecados es un pecado contra la fe. Y de la imagen errada de Dios nace el miedo: del rostro de un Dios temible desciende el corazón miedoso de Adán. Y entre ambos Jesús ha venido para llenar todo de luz, de sol”.

“Dios no salva del sufrimiento sino en el sufrimiento, no protege del dolor sino en el dolor, no salva de la cruz sino en la cruz. (…) Dios no da las soluciones a los problemas sino que se muestra a sí mismo y dándose a sí mismo lo da todo”.

Recordando luego a las Misioneras de la Caridad asesinadas en Yemen el viernes, el P. Ronchi dijo que “tal vez pensábamos que el Evangelio habría resuelto los problemas del mundo o al menos que las crisis y la violencia disminuirían, pero no es así. En vez de ello el Evangelio ha traído consigo rechazo, persecuciones, otras cruces: pensamos en las cuatro hermanas asesinadas en Aden”.

El sacerdote dijo también que es necesario liberarse del miedo para dar paso a la fe: “Liberar del miedo significa operar activamente (…). Hace falta pasar de la hostilidad, que puede ser incluso instintiva, a la hospitalidad (…) y liberar a los creyentes del miedo de Dios”.