Enseñanzas de María Madre de Dios

Por: María Teresa González Maciel | Fuente: Catholic.net 

María, es la Madre de Dios y la Madre que Jesús nos regala y nos pide acogerla en nuestra casa, para que sea amparo y protección.

En el año 431 en Éfeso se declaró como dogma la maternidad de María Es decir que es doctrina de fe creer en la maternidad divina de María, debido a la correcta interpretación de la Escritura o de una verdad revelada.

María es Madre de Jesús en su naturaleza humana. Jesús es la segunda persona de la Santísima Trinidad. Si Jesús es Dios, María es Madre de Dios. (Otros dogmas sobre la Santísima Virgen son su Virginidad, su Asunción al cielo y su Inmaculada Concepción).

Desde las catacumbas, en Roma, donde se reunían los primeros cristianos  para celebrar misa, en tiempos de las persecuciones se encuentran pinturas con ese nombre “María Madre de Dios”

(La expresión griega Theotokos  (Madre de Dios) aparece por primera vez enla oración “Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios…” S III
El principal título de María es ser Madre de Dios, de este dependen todos los demás.
Jesús escoge a su madre y la llena de todas las perfecciones.

También Jesús en su gran amor por el hombre nos deja a María como madre en la figura de Juan. “Madre ahí tienes a tu hijo, hijo ahí tienes a tu Madre. Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa” Jn 19, 27, en su persona y la hizo parte de su vida.
¿Cómo podemos aplicar en nuestra vida algunas  enseñanzas de María como madre de Dios?
1.       María engendra al Hijo de Dios y nos da la posibilidad de ver el rostro del Padre.
Nosotros estamos llamados a mostrar el rostro del Padre a nuestros hermanos viviendo una vida conforme  a su voluntad, amando, respetando, perdonando, consolando. De esta forma somos con nuestros actos un reflejo del amor de Dios para las personas con las que nos encontramos.
2. María permitió que Dios hiciera grandes maravillas, en su vida.
Nosotros podemos permitir que Dios actúe en nuestra debilidad, que  a través de nuestros actos, palabras, se haga  presente entre nuestros hermanos los hombres, escuchando, consolando, acompañando.
3.  María fue el primer Sagrario donde Jesús se encarnó.
Permitir con nuestra vida de gracia y unión con Dios que viva en nosotros.

4.  Actitud de servicio. María después de la Anunciación lejos de sentirse importante actúa con amor hacia su prima Isabel, se dirige a visitarla para prestarle su ayuda. Actitud que se repite en las Bodas de Caná.
Aprender de ella el servicio y amor a los demás. Pedirle a Dios que nos permita ver, conmovernos y actuar ante la necesidad de las personas que nos encontramos en nuestra vida.
5.  María agradece y alaba al Señor con el Magnificat.
Aprender a ser agradecidos como ella, elevar un canto de alabanza y de acción de gracias a Dios, por las maravillas que hace cada día en nuestras vidas.
6.  María, repite su sí, su hágase en mí según tu Palabra, cada día de su vida.
No cuestionarnos ni negarnos al proyecto de Dios, responder con un si a su propuesta sin aferrarnos o dar prioridad a los propios planes.
7.  María es la Mujer capaz de aplastar la cabeza del demonio.
Nosotros como  hijos suyos, fieles a la voluntad de Dios tenemos el poder de vencer el mal, como hijos de María, acogernos a su protección.
Como María podemos poner enemistad entre nosotros y la serpiente que es el mal, que es lo que nos inclina a la comodidad, a las adicciones, al odio, resentimiento, coraje. Con la gracia de Dios y la ayuda de nuestra Madre del cielo podemos vencer al mal con el bien.
8.    María actúa haciendo el bien siempre.
Nosotros tenemos la oportunidad de elegir hacer el bien, esto significa vivir en gracia y amistad con Dios y por lo tanto alejados de todo lo que nos lleva a dañarnos a nosotros mismos, y a los demás.

9.     María acoge y defiende la vida de su Hijo.
Aprender a defender la vida de los no nacidos y del hijo que se lleva en el vientre, sabiendo que es una vida independiente con el derecho a vivir, a ser cuidado, protegido.
10,   María como Madre  da a Jesús el amor y el cuidado necesario en todas las áreas.
Como María cuidar y amar a los hijos de forma que puedan crecer como personas de bien, seguras, virtuosas, maduras.

Pedir a Dios que nos dé una gracia igual a la del discípulo amado que estemos abiertos a recibir a María en nuestra vida.
Permitirle que tome parte en nuestro proyecto vital, hacer propia la promesa de Nuestra Madre. ¿Por qué tienes miedo?, No estoy yo aquí que soy tu Madre ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna cosa más?

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