Es difícil de creer…, sin embargo es así

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

El amor es más concreto de lo que muchas veces pensamos. No es un amor abstracto; un amor «platónico». El amor tiene manifestaciones muy concretas.

Esto nos suele pasar cuando hablamos del amor a Dios. Un amor que se puede dar en las ideas o en las ganas de amar pero que no va a más.

Jesús se muestra, se deja amar y, muchas veces, no nos damos cuenta; lo pasamos por alto. Dios es tan sencillo… pero al ser Dios no sé porqué siempre pensamos que es más complicado.

Se deja amar en el pobre, en el hambriento…, en el enfermo. Aunque esto sigue siendo muy abstracto. Mejor aún, se deja amar en la necesidad que tiene la persona que está a tu lado, en la enfermedad que está pasando tu amigo, en el miembro de tu familia que puede paracer estar perfectamente pero que por dentro…, digamos que las cosas no le van muy bien.

Jesús, cuando habló del amor, no lo hizo con las palabras sino que lo hizo con toda su vida…, con todos sus actos.

El amor de Dios es un amor muy concreto…muy real. Amor al cual siempre nos invita a participar. Es cuestión de abrir los ojos y decidirnos a amar.

Ofrecer un don grato a Jesús es cuidar a un enfermo, dedicarle tiempo a una persona difícil, ayudar a alguien que no nos resulta interesante, ofrecer el perdón a quien nos ha ofendido. Son dones gratuitos, no pueden faltar en la vida cristiana. De lo contrario, nos recuerda Jesús, si amamos a los que nos aman, hacemos como los paganos. Miremos nuestras manos, a menudo vacías de amor, y tratemos de pensar hoy en un don gratuito, sin nada a cambio, que podamos ofrecer. Será agradable al Señor. Y pidámosle a él: «Señor, haz que descubra de nuevo la alegría de dar».
(Homilía de S.S. Francisco, 6 de enero de 2018).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Tratar de hacer una obra de misericordia con la conciencia cierta que se lo estoy haciendo al mismo

Dios

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

 

Related posts

*

Top