Le obligaron a cavar su propia tumba antes de fusilarlo, murió perdonando a sus asesinos

El P. Ramón Cervilla Luis, mártir de la persecución religiosa durante la Guerra Civil española (1936-1939) fue obligado a cavar su propia tumba, le despojaron de su ropa y fue fusilado pero sus últimas palabras fueron de perdón.

El P. Ramón Cervilla Luis es uno de los 16 mártires de Granada (España) que serán beatificados próximamente, después de que la celebración tuviera que aplazarse por la emergencia del COVID.

Estos 16 mártires murieron durante la persecución religiosa durante la Guerra Civil Española. 14 de ellos son sacerdotes, 1 seminarista y un laico

Nació en la localidad de Almuñécar en 1865, se ordenó sacerdote con 25 años y tras desarrollar algunos cargos viajó a Argentina donde trabajó en diversas parroquias de Santa Fe.

A su vuelta a España, atendió a las Religiosas Mercedarias que tenían un pequeño hospital en Almuñécar. Según destaca la Archidiócesis de Granada.

Cuando tenía 72 años, fue detenido en su casa y llevado a prisión junto con otras personas a las que en el cautiverio alentaba, confortaba y atendía sacramentalmente.

Todos fueron liberados, menos el P. Cervilla porque sus perseguidores aseguraron que “había que dejarlo para carne de las fieras”. Sin embargo, fue trasladado a un cementerio cercano donde fue humillado e insultado.

Le obligaron a cavar su propia tumba, le despojaron de su ropa y posteriormente le fusilaron.

Aunque sus últimas palabras fueron: Os perdono y pido a Dios y a vosotros que mi sangre sea la última que derraméis.

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