Obispos alientan solidaridad con damnificados de huracán Hanna en norte de México

Obispos del norte de México alentaron las oraciones y la solidaridad frente a los daños, muertes y personas damnificadas que ha dejado a su paso el huracán Hanna, que tocó tierra en Texas (Estados Unidos) el 25 de julio y afectó principalmente los Estados mexicanos de Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León.

En conferencia de prensa en la mañana del 28 de julio, el coordinador nacional de Protección Civil de México, David León Romero, confirmó la muerte de tres personas fallecidas y cuatro desaparecidas, así como 769 evacuadas.

Una de las localidades más golpeadas fue Reynosa, en el Estado de Tamaulipas, atendida pastoralmente por la Diócesis de Matamoros.

En un video mensaje, Mons. Eugenio Lira Rugarcía, Obispo de Matamoros, señaló que la Iglesia ha establecido centros de acopio para donaciones que serán distribuidas entre los damnificados.

Muchos están sufriendo los estragos provocados por el huracán Hanna y nosotros podemos ayudarlos, orando por ellos y colaborando con botellas de agua, alimentos enlatados” entre otros, dijo el Prelado.

“Jesús nos pide que seamos prójimos de aquellos que nos necesitan”, añadió.

Por su parte, Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), publicó un mensaje señalando que “ante los daños ocasionados en nuestra ciudad, por el paso del huracán Hanna, deseo expresar nuestra oración y cercanía, especialmente a aquellos hermanos que han sufrido la pérdida de algún ser querido”.

Monterrey, en el Estado de Nuevo León, sufrió la inundación de sus calles y viviendas debido al desborde del río Santa Catarina. La región también se vio afectada por el desborde del arroyo Topo Chico.

 

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