Pío Heredia y 17 compañeros, Beatos

Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net

Mártires

Martirologio Romano: En diversas localidades de España, Beato Pio Heredia Zubia y 17 compañeros y compañeras, de las Ordenes Cistercienses de Estrecha Observancia (Trapistas) y de san Bernardo, asesinados por el odio a la fe, en 1936, durante la guerra civil española ( 1936).

Decreto martirio: en la mañana del 23 de enero de 2015, S.S. Francisco recibió en audiencia al cardenal Angelo Amato S.D.B, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y autorizó a ese dicasterio a promulgar el decreto de martirio de estos Siervos. Al momento no se conoce la fecha en que se realizará la ceremonia de beatificación.

Fecha de beatificación: 3 de octubre de 2015, durante el pontificado de S. S. Francisco

conforman este grupo:

1.-  Josep Camí y Camí, sacerdote de la diócesis de Lleida, nacido el 5 de septiembre de 1907 en Aitona, Lleida, muerto el 28 de julio de 1936 en Aitona, Lleida.

2.-  Herminio García Pampliega (padre Eugenio), sacerdote profeso trapense, nacido el 23 de noviembre de 1902 en Villagonzalo Pedernales (Burgos);
3.-  Francisco Pastor Garrido (padre Vicente), nacido el 16 de febrero de 1905 en Valencia, sacerdote profeso trapense; asesinados el 21 de septiembre de 1936 en la Cuesta de las Anguilas, Santander.

4.-  María de la Salud Baldoví Trull (madre María Micaela), religiosa profesa cisterciense, de la Congregación de San Bernardo, nacida el 28 de abril de 1869 en Algemesí (Valencia) y asesinada el 9 de noviembre de 1936 en Benifayó (Valencia).

5.-  Úrsula Medes Ferris (madre María Natividad), religiosa profesa cisterciense de la Congregación de San Bernardo, nacida el 18 de diciembre de 1880 en Algemesí (Valencia), asesinada el 12 de noviembre de 1936 en Alcudia de Carlet (Valencia); (junto con ella fueron asesinados sus 3 hermanos: el beato José, Vicente y Julián, (estos últimos eran carmelitas descalzos y su causa está en proceso).

6.-  Julián Heredia Zubía (padre Pío, prior). Nacido el 16 de febrero de 1875 en Larrea, Alava;
7.-  Marcos García Rodríguez, sacerdote profeso, nacido el 14 de septiembre de 1905 en Villaviciosa de San Miguel, León;
8.-  Valeriano Rodríguez García, sacerdote profeso, nacido el 10 de junio de 1906 en Villaviciosa de San Miguel, León;
9.-  Juan Bautista Ferris Llopis, sacerdote profeso, nacido el 24 de marzo de 1905 en Algemesí, Valencia;
10.- Álvaro González López, clérigo profeso, nacido el 27 de abril de 1915 en Noceda del Bierzo, León;
11.- Francisco Delgado González (fray Antonio), postulante trapense, nacido el 28 de enero de 1915 en Citores del Páramo, Burgos; asesinados el 3 de diciembre de 1936 en Santander.

12.-  Jacinto García Chicote (fray Eustaquio), religioso profeso, nacido el 16 de agosto de 1891 en Támara de Campos, Palencia;
13.- Francisco de la Vega González (fray Ángel), religioso profeso, nacido el 15 de octubre de 1868 en Noceda de Bierzo, León;
14.- Ezequiel Álvaro de la Fuente, religioso profeso, nacido el 21 de mayo de 1917 en Espinosa de Cerrato, Palencia;
15.- Eulogio Álvarez López, religioso profeso, nacido el 28 de julio de 1916 en Quintana de Fuseros, León;
16.- Robustiano Mata Ubierna (fray Bienvenido), novicio trapense, nacido el 24 de mayo de 1908 en Celadilla-Sotobrín, Burgos; asesinados el 4 de diciembre de 1936 en Santander.

17.- Emérico Martín Rubio (fray Marcelino), novicio trapense, nacido el 4 de noviembre de 1913 en Espinosa de Villagonzalo, Palencia, asesinado el 10 de diciembre de 1936 en Santander.

18.-  Leandro Gómez Gil, religioso profeso, nacido el 13 de marzo de 1915 en Hontomín, Burgos, asesinado el 31 de diciembre de 1936 en Santander.

Reseña de los hechos

 

Un candidato para el monasterio, resultó ser el primero de todos en dar su vida por Cristo: el P. José Camí Camí (1907-1936). Era sacerdote diocesano deseoso de entrar en Viaceli, donde ya había sido aceptado. Bloqueado por las hostilidades, fue convocado ante el comité del pueblo y, en la noche del 27 de julio de 1936, fue amarrado con el vicepárroco de Aytona a la parte trasera de un coche que arrancó a toda velocidad, arrastrando a los dos sacerdotes a lo largo de varios kilómetros. Llegados a un cruce, los dos tuvieron todavía la fuerza para levantarse, abrazarse y perdonar a los asesinos. Finalmente fueron fusilados y aplastados por las ruedas del coche que pasó varias veces sobre sus cuerpos. (Un testigo ocular contó los detalles de la muerte a la hermana de José).

El 8 de septiembre de 1936, fiesta de la Natividad de María, el monasterio de Viaceli fue invadido por sorpresa, todas las imágenes y objetos de culto son destrozadas, y los 38 monjes que quedaban en la comunidad son trasladados a Santander donde fueron encarcelados en la prisión improvisada en el colegio de los Salesianos en la Calle Viñas.

La prisión duró cinco días para unos y diez para los demás. Gracias a las gestiones de personas amigas, los monjes se vieron inesperadamente en libertad, y procedieron unos a buscar cobijo en domicilios particulares, mientras el grueso del grupo pudo llegar a Bilbao donde no había una persecución religiosa violenta, otros se reagruparon en Santander, formando así tres pequeñas comunidades que trataban de mantener la vida monástica de modo oculto.

El mismo día de la expulsión los invasores habían retenido con ellos a dos sacerdotes: el secretario P. Eugenio García Pampliega (1902-1936) y el P. Vicente Pastor Garrido (1905-1936), probablemente con la esperanza de poder apropiarse del dinero de la abadía, pensando que era rica. Sin embargo sus investigaciones no dieron ningún resultado y los dos monjes, instados a apostatar, se negaron. El 21 de septiembre los anarquistas pidieron a los dos acompañarles en coche a Santander. Retardando la salida hasta adentrada ya la noche, y a unos veinte kilómetros del monasterio, en el termino de Rumoroso, les mataron a golpe de pistola, abandonando los cadáveres al borde de la carretera. Encontrados al día siguiente, la gente del lugar les enterró en el cementerio de Rumoroso. Sólamente en 1940 los monjes de Viaceli exhumaron los restos y los trasladaron al monasterio, enterrándolos en el claustro de la lectura.  Sus cuerpos fueron los únicos que se han podido recuperar.

Probablemente por un plan premeditado de aniquilación y a causa de una delación, el 1 de diciembre fue arrestado un grupo compuesto sólamente por hermanos conversos. La policía  marxista decía querer conocer de dónde provenían sus medios de subsistencia. Habiéndoles manifestado que era el P. Prior quien se ocupaba de ese tema, quizás así dieron pretexto a los agentes para arrestar al segundo grupo, en el que se encontraban el P. Prior y otros monjes sacerdotes.

El Prior, Padre Pío Heredia Zubía (1875-1936) no quiso manifestar en modo alguno el nombre de quien les ayudaba. Después de penosos interrogatorios y malos tratos durante el proceso instruido en la noche del 2 de diciembre, se llegó a su ejecución. El proceso fue para dar una apariencia de legalidad a la condena de los religiosos, pero en realidad todo fue por odio a la fe.

Según el testimonio de un oblato de quince años, que se encontraba con los monjes y que luego fue liberado, los religiosos fueron subidos en un camión en dos grupos separados, uno en la noche del 3 de diciembre, y el otro en la noche siguiente. De estos hermanos no se supo nada más.

El Hno. Marcelino será apresado algunos días más tarde, para correr la misma suerte

El 29 de diciembre de 1936 un converso de votos temporales, Leandro Gómez Gil (1915-1936) fue descubierto por los milicianos en una casa particular: pertenecía al grupo de monjes estudiantes y hermanos conversos que, prudentemente, se había disuelto después de la desaparición del P. Pío y de sus compañeros. La policía lo maltrató hasta el punto que, de tanto sangrar por la boca, la nariz y las orejas, una sábana fue empapada por su sangre. Declarando que era religioso, al día siguiente fue metido a la fuerza en un coche y desapareció.

En la Causa de los monjes de la Abadía de Viaceli han sido unidas en el mismo Proceso dos hermanas de Orden, muertas también de forma martirial: las Madres María Micaela Baldoví Trull y la Madre María Natividad Medes Ferris, ambas naturales de Algemesí (Valencia) y monjas de su monasterio de Fons Salutis.

En julio de 1936 la comunidad de monjas bernardas fueron expulsadas de su monasterio de Fons Salutis de Algemesí. La abadesa Madre María Micaela Baldoví Trull se refugió en casa de su hermana Encarnación, pero tres meses después ambas fueron detenidas y encarceladas en su monasterio de Fons Salutis, convertido en prisión. En la noche del 9 noviembre fueron sacadas de la cárcel y llevadas al cruce de Benifayó, en la carretera de Valencia, donde fueron asesinadas. Al exhumar sus restos en 1939 hallaron las dos cabezas separadas del tronco, lo que hace suponer que fueron decapitadas.

Madre María de la Natividad Medes Ferris, tras la expulsión se refugió en casa de su de su hermano José junto con sus otros dos hermanos carmelitas el P. Ernesto y el Hno. Vicente. Detenidos, los cuatro hermanos fueron encarcelados en el monasterio de Fons Salutis, y en la noche del 10 noviembre los cuatro hermanos fueron conducidos a las afueras de Alcira y Carlet donde fueron fusilados. Al amanecer, la Madre Micaela aún estaba viva, agonizante. La remataron machacándole la cabeza.

Las dos habían ingresado en el monasterio del Císter de la La Zaydía, de Valencia donde Madre Micaela fue abadesa los años 1917 a 1921. Y ambas habían salido juntas el 30 de octubre de 1927 para fundar un monasterio cisterciense en su villa natal de Algemesí. Madre Micaela iba como superiora. Ambas sellaron su fidelidad a Cristo con su propia sangre.

Fuentes bibliográficas:
vidamonastica.tripod.com

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