Se cumplen 70 años de canonización de la niña Santa María Goretti

Un día como hoy fue martirizada Santa María Goretti, la santa italiana conocida como la “mártir de la pureza” porque con tan solo once años fue apuñalada por resistirse a una violación y, antes de morir, perdonó a su asesino. Y en este 2020 se cumplen 70 años de su canonización.

Por este motivo, en diferentes lugares será recordada especialmente en este día en que la Iglesia universal celebra su memoria litúrgica. Tal es el caso de la basílica donde se encuentran las reliquias del cuerpo de la santa, la Basílica de Nuestra Señora de la Gracia y Santa María Goretti localizada en Nettuno, a 50 km de Roma, lugar en donde se celebrará una solemne Eucaristía que será presidida por el Cardenal Giuseppe Petrocchi, arzobispo de L’Aquila.

“La pequeña santa nos recuerda siempre que la vida es un don que no debe desperdiciarse, es una experiencia única a la que dar un significado profundo, es una oportunidad para que la redención sea recibida, para uno mismo y para los demás” indicó el rector del Santuario, el P. Giuseppe Bartera.

En declaraciones al diario de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) Avvenire, el religioso pasionista añadió que “en un año tan particularmente probado por la emergencia sanitaria que afecta a todo el mundo y por la crisis económica y social que producirá, le pedimos a ‘Marietta’ que nos apoye con su ejemplo de fe tenaz, que nos acompañe en las decisiones diarias con la luz que procede de su pureza de intención y con la fuerza de su determinación”.

El Santuario de Nuestra Señora de Gracia en Nettuno conserva los restos de Santa María Goretti desde 1929. La Basílica es custodiada por los padres pasionistas desde 1888, es un lugar de devoción dedicado en el piso superior a la Virgen y a dos santos: Sebastián y Roque y en la parte inferior se localiza la cripta que contiene las reliquias del cuerpo de la santa en donde los peregrinos pueden rezar ante los restos mortales.

Breves datos biográficos

María nació en 1890, en Corinaldo, provincia de Ancona, Italia. Fue hija de Luigi Goretti y Assunta Carlini, siendo la tercera de siete hijos. Al día siguiente de su nacimiento fue bautizada y consagrada a la Virgen.

Su familia era pobre de bienes terrenales, pero rica en fe y virtudes que se cultivaban con la oración en común, el rezo diario del Santo Rosario, la comunión y Misa dominical.

Cuando sólo tenía 11 años, fue apuñalada por Alessandro Serenelli al resistirse a ser violada. Fue llevada al hospital y antes de morir alcanzó a recibir la comunión y la Unción de los enfermos. Partió a la casa del Padre el 6 de julio de 1902.

Cuando Alessandro salió de la cárcel, fue a buscar a la madre de María, quien lo perdonó.

Canonizada hace 70 años 

El Papa Pío XII la declaró santa el sábado 24 de junio de 1950. En la homilía de la canonización el Santo Padre destacó que “no todos estamos llamados a sufrir el martirio, pero sí estamos todos llamados a la consecución (acción y efecto de conseguir) de la virtud cristiana”.

En esta línea, Pío XII explicó que “esta virtud requiere una fortaleza que, aunque no llegue a igualar el grado cumbre de esta angelical doncella, exige, no obstante, un largo, diligentísimo e ininterrumpido esfuerzo, que no terminará sino con nuestra vida. Por esto, semejante esfuerzo puede equipararse a un lento y continuado martirio, al que nos amonestan aquellas palabras de Jesucristo: El reino de los cielos se abre paso a viva fuerza, y los que pugnan por entrar lo arrebatan”.

Asimismo, san Juan Pablo II en 2003 resaltó que “Marietta, como era llamada familiarmente, recuerda a la juventud del tercer milenio que la auténtica felicidad exige valentía y espíritu de sacrificio, rechazo de todo compromiso con el mal y disponibilidad para pagar con el propio sacrificio, incluso con la muerte, la fidelidad a Dios y a sus mandamientos”.

“Hoy se exalta con frecuencia el placer, el egoísmo, o incluso la inmoralidad, en nombre de falsos ideales de libertad y felicidad. Es necesario reafirmar con claridad que la pureza del corazón y del cuerpo debe ser defendida, pues la castidad ‘custodia’ el amor auténtico”, indicó entonces san Juan Pablo II.

Por su parte, el Papa Francisco señaló que “la memoria y vida de María Goretti debe animar a comprometerte contigo mismo y ser testigo del perdón”.

Así lo indicó el Santo Padre al escribir en 2016 una carta con ocasión de la fiesta de esta santa italiana a Mons. Mariano Crociata, Obispo de Latina-Terracina-Sezze-Priverno, y a Mons. Marcello Semeraro, Obispo de Albano, las diócesis de las regiones en las que María Goretti vivió.

Tras elogiar la capacidad de María Goretti de perdonar a su agresor, el Papa Francisco citó la bula de convocación para el Año de la Misericordia (2015) en la que se lee: “¡Cómo es difícil muchas veces perdonar! Y, sin embargo, el perdón es el instrumento puesto en nuestras frágiles manos para alcanzar la serenidad del corazón”.

Además, el Santo Padre destacó “la intensidad del amor por Jesús Eucaristía de María Goretti” que la llevó a tener la fuerza para tomar aquella “decisión fundamental de su corta existencia”, refiriéndose a su martirio.

Por último, en tal misiva, el Papa Francisco comparó las tribulaciones de la familia Goretti con las que se enfrentan también otras familias hoy en día, tales como la pobreza y la migración forzada.

“La pobreza y la necesidad urgente de trabajar empujaron a los Goretti a emigrar de la localidad de Corinaldo (Italia)”, dijo el Papa quien concluyó “es una situación que nos hace sentir más cerca a esta jovencita”.

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