Amar y perdonar

quien cometió el error, pero Cristo hoy viene a decirnos que perdonemos y amemos como Él nos ha enseñado: No quiero sacrificios sino misericordia. «¡Cómo es difícil muchas veces perdonar! Y, sin embargo, el perdón es el instrumento puesto en nuestras frágiles manos para alcanzar la serenidad del corazón. Dejar caer el rencor, la rabia, la violencia y la venganza son condiciones necesarias para vivir felices». (Mensaje del papa Francisco).

Hay que dar el primer paso, pero si la persona con la que se tiene una dificultad no escucha, eso ya es asunto de él. Lo importante es ser «misericordiosos como el Padre». Jesucristo, misericordioso de corazón, te pedimos que nos ayudes a saber perdonar como Tú perdonas y a amar como Tú amas. No permitas que el odio y el rencor nos definan, ayúdanos a saber olvidar y sanar esas heridas que solo Tú conoces.

«Es necesario rebajar tantas asperezas causadas por el orgullo y la soberbia. Cuánta gente, quizás sin darse cuenta, es soberbia, áspera, no tiene esa relación de cordialidad. Hay que superar esto haciendo gestos concretos de reconciliación con nuestros hermanos, de solicitud de perdón por nuestras culpas. No es fácil reconciliarse, siempre se piensa: ¿quién da el primer paso? Pero el Señor nos ayuda a hacerlo si tenemos buena voluntad. La conversión, de hecho, es completa si lleva a reconocer humildemente nuestros errores, nuestras infidelidades, nuestras faltas.»
(Homilía de S.S. Francisco, 9 de diciembre de 2018).


Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. 

Revisar si guardo rencor o deseos de venganza contra alguien y pedirle a Jesús que me ayude a perdonar de corazón.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Related posts

*

Top