El Papa Francisco alienta a deportistas a promover una “pedagogía de la paz”

El Papa Francisco exhortó a atletas y representantes del deporte internacional a promover “una pedagogía de la paz”.

Así lo afirmó el Santo Padre este 30 de septiembre al reunirse en el Aula Pablo VI con los participantes de una importante cumbre internacional sobre el deporte organizada por el Vaticano.

“Hoy en día, tenemos una gran necesidad de una pedagogía de la paz, de fomentar una cultura de la paz, empezando por las relaciones interpersonales cotidianas y extendiéndose a las relaciones entre los pueblos y las naciones”, afirmó el Papa.

“Si el mundo del deporte transmite unidad y cohesión, puede convertirse en un formidable aliado para construir la paz”, agregó.

Al comenzar su discurso, el Santo Padre saludó a los tres Purpurados presentes en el Aula: el prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, Cardenal Kevin Farrell, el neo prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, Cardenal José Tolentino de Mendoça y el presidente emérito del Pontificio Consejo de la Cultura, el Cardenal Gianfranco Ravasi de quien dijo “es un pionero de la cultura, también de la cultura deportiva”.

Luego, el Papa señaló que entre los asistentes se encontraban representantes de varias organizaciones deportivas y de instituciones civiles y religiosas. Entre ellos, el presidente del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI), Giovanni Malagò, la campeona mundial de medio maratón, Tegla Loroupe, y el empresario brasileño en silla de ruedas, Rodrigo Hübner Mendes.

El Pontífice destacó que los asistentes se comprometieron a “promover un deporte que sea para todos, que sea ‘cohesionado’, ‘accesible’ y ‘a la medida’ de toda persona”.

En esta línea, el Papa explicó que “la Iglesia está cerca del deporte porque cree en el juego y en la actividad deportiva como lugar de encuentro entre las personas, de formación de valores y de fraternidad”.

“Por eso el deporte está en casa en la Iglesia, especialmente en las escuelas y oratorios o centros juveniles”, añadió.

Luego, el Santo Padre pidió a los deportistas “que no pierdan el gusto por el juego y que sepan vivir el deporte manteniendo siempre un espíritu ‘amateur’. Esto es importante”.

“La dimensión del juego es fundamental, sobre todo para los más pequeños: da alegría, genera sociabilidad y crea amistades, y al mismo tiempo es formativo. A través del deporte se pueden establecer relaciones sólidas y duraderas. El deporte es un generador de comunidad”, explicó el Papa.

De este modo, el Santo Padre recordó que “el deporte puede ser un símbolo de unidad para una sociedad, una experiencia de integración, un ejemplo de cohesión y un mensaje de concordia y paz” porque “cuando el deporte se practica poniendo a las personas en el centro y valorando el placer de jugar juntos, aumenta en todos el sentimiento de participación, de compartir, hace que uno se sienta parte de un grupo”.

“Como deportistas pueden ayudar a combatir la cultura del descarte, con un sentido de responsabilidad educativa y social. ¡Cuántas personas en situación de marginación han superado los peligros del aislamiento y la exclusión precisamente a través del deporte! La práctica de un deporte puede convertirse en una vía de redención personal y social, una forma de recuperar la dignidad”, indicó el Papa.

En este sentido, el Papa Francisco subrayó que “el deporte es un bien educativo, un bien social y, como tal, debe permanecer” por lo que exhortó a comprometerse para “que todos tengan la posibilidad de practicar algún deporte, de cultivar -se podría decir de ‘entrenar’- los valores del deporte y de transformarlos en virtud”.

“De este modo, se promueve un deporte adaptado a cada persona, y cada persona puede desarrollar sus talentos, partiendo de su propia condición, incluida la fragilidad o la discapacidad. Es una aventura que los atletas conocen bien, porque ninguno de ustedes es un superhombre o una supermujer: tienen sus límites y tratan de dar lo mejor de ustedes mismos”, señaló.

Por último, el Papa expresó su cercanía en esta misión y agregó que “la Iglesia los apoya en sus esfuerzos educativos y sociales” y concluyó “de corazón los bendigo a ustedes y sus familias. Y les pido que recen por mí. Gracias”.

Tras pronunciar su discurso, el Papa saludó personalmente a cada participante y entregó copia de la declaración que firmaron con estos compromisos.

Los participantes a la Cumbre Internacional “Deporte para todos. Cohesionado, accesible y adaptado a cada persona” (“Sport for all. Cohesive, Accessible and Tailored to each person”) procedían de 40 países diferentes.

Entre ellos, se encontraban atletas profesionales, representantes paralímpicos y deportistas ‘amateur’. También estuvieron presentes algunos jóvenes refugiados, ex detenidos y algunas personas con discapacidad física y mental

Al finalizar, el Papa se marchó caminando lentamente ayudado de un bastón mientras que los asistentes aplaudían.

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