Olvidar como sociedad nuestra raíz cristiana sería la peor catástrofe, advierte Obispo

Mons. Demetrio Fernández, Obispo de Córdoba (España) animó a hacer presente a Dios en una sociedad en la que se prescinde de Él y cuestionó por qué “el respeto a los no creyentes debe expresarse en actitudes no confesionales, mientras que actitudes contrarias a la religión y ofensivas a los sentimientos religiosos deben ser aceptadas como expresión de libertad de expresión”.

Con motivo de la celebración de la festividad de Santiago Apóstol, Patrón de España, este sábado 25 de julio, el Obispo de Córdoba recuerda que tradicionalmente este apóstol ha sido considerado “el predicador del Evangelio en las tierras de España”.

“A orillas del Ebro recibió el consuelo de la visita de María Santísima, que vino en carne mortal a Zaragoza. Y su sepulcro apareció en Compostela, convirtiéndose en lugar de peregrinaciones desde la edad media hasta nuestros días”, aseguró el Obispo.

También destacó que “el apóstol Santiago forma parte de la identidad española desde sus orígenes evangelizadores hasta nuestros días, pasando por las épocas gloriosas de una reconquista fatigosa y la evangelización del nuevo mundo”. Estuvo presente en la gran “gesta histórica” de la evangelización de los pueblos de América, afirmó.

Mons. Demetrio explicó que también actualmente “necesitamos el vigor del apóstol Santiago para evangelizar nuestra cultura, nuestra sociedad, nuestra vida”.

“En un Estado aconfesional, que muchos confunden con un estado laico, e incluso laicista, la confesión de la fe está protegida y promovida, según el libre ejercicio de los ciudadanos”, aseguró.

Además cuestionó el funeral de estado que se realizó el pasado 16 de julio, en el que no hubo ninguna referencia religiosa y preguntó “¿por qué para honrar a las víctimas del covid-19 tenemos que silenciar a Dios? Cuando la casi totalidad de los muertos son creyentes, y la inmensa mayoría de los asistentes también lo son”.

“¿Es zona neutral la asepsia de todo sentimiento religioso para vivir la convivencia de todos los ciudadanos, creyentes y no creyentes? ¿Por qué el respeto a los demás no creyentes debe expresarse en actitudes no confesionales, mientras que actitudes contrarias a la religión y ofensivas a los sentimientos religiosos deben ser aceptadas en la convivencia como expresión de libertad de expresión?”, cuestionó.

Mons. Fernández destacó en ese sentido que esta fiesta de Santiago Apóstol es “una llamada al seguimiento de Cristo en todas las situaciones: en el gozo, en el dolor, en el servicio y hasta en el martirio”.

“Que el apóstol Santiago nos dé lucidez para saber estar como creyentes en una sociedad que prescinde de Dios y que impone su ley de la ausencia de Dios como el mejor de los consensos. España, Europa y todo el mundo occidental tienen profundas raíces cristianas y de tales raíces se han producido excelentes frutos en la historia. Olvidar o prescindir de lo que somos sería la peor de las represiones, la peor de las catástrofes”, destacó.

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