San Bernardo, Abad, Doctor de la Iglesia

20 de agosto de 2018

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Santos:

  • San Bernardo, Abad y Doctor de la Iglesia

Lecturas del día:

Primera opción

    • Primera lectura

      Ezequiel 24:15-23
      15 La palabra de Yahveh me fue dirigida en estos términos:
      16 «Hijo de hombre, mira, voy a quitarte de golpe el encanto de tus ojos. Pero tú no te lamentarás, no llorarás, no te saldrá una lágrima.
      17 Suspira en silencio, no hagas duelo de muertos; ciñe el turbante a tu cabeza, ponte tus sandalias en los pies, no te cubras la barba, no comas pan ordinario.»
      18 Yo hablé al pueblo por la mañana, y por la tarde murió mi mujer; y al día siguiente por la mañana hice como se me había ordenado.
      19 El pueblo me dijo: «¿No nos explicarás qué significado tiene para nosotros lo que estás haciendo?»
      20 Yo les dije: «La palabra de Yahveh me ha sido dirigida en estos términos:
      21 Di a la casa de Israel: Así dice el Señor Yahveh: He aquí que yo voy a profanar mi santurario, orgullo de vuestra fuerza, encanto de vuestros ojos, pasión de vuestras almas. Vuestros hijos y vuestras hijas que habéis abandonado, caerán a espada.
      22 Y vosotros haréis como yo he hecho: no os cubriréis la barba, no comeréis pan ordinario,
      23 seguiréis llevando vuestros adornos en la cabeza y vuestras sandalias en los pies, no os lamentaréis ni lloraréis. Os consumiréis a causa de vuestras culpas y gemiréis los unos con los otros.

    • Salmo responsorial

      Deuteronomio 32:18-21
      18 (¡Desdeñas a la Roca que te dio el ser, olvidas al Dios que te engendró!)
      19 Yahveh lo ha visto y, en su ira, ha desechado a sus hijos y a sus hijas.
      20 Ha dicho: Les voy a esconder mi rostro, a ver en qué paran. Porque es una generación torcida, hijos sin lealtad.
      21 Me han encelado con lo que no es Dios, me han irritado con sus vanos ídolos; ¡pues yo también voy a encelarles con lo que no es pueblo, con una nación fatua los irritaré!

    • Evangelio

      Mateo 19:16-22
      16 En esto se le acercó uno y le dijo: «Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir vida eterna?»
      17 El le dijo: «¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.»
      18 «¿Cuáles?» – le dice él. Y Jesús dijo: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio,
      19 honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.»
      20 Dícele el joven: «Todo eso lo he guardado; ¿qué más me falta?»
      21 Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme.»
      22 Al oír estas palabras, el joven se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.

Segunda opción

  • Primera lectura

    Eclesiástico 15:1-6
    1 Así hace el que teme al Señor, el que abraza la Ley logra sabiduría.
    2 Como una madre le sale ella al encuentro, le acoge como una esposa virgen.
    3 Le alimenta con pan de inteligencia, el agua de la sabiduría le da a beber.
    4 Se apoya él en ella y no se dobla, a ella se adhiere y no queda confundido.
    5 Ella le exalta por encima de sus prójimos, en medio de la asamblea le abre la boca.
    6 Contento y corona de gloria encuentra él, nombre eterno en herencia recibe.

  • Salmo responsorial

    Salmo 119:9-14
    9 ¿Cómo el joven guardará puro su camino? Observando tu palabra.
    10 De todo corazón ando buscándote, no me desvíes de tus mandamientos.
    11 Dentro del corazón he guardado tu promesa, para no pecar contra ti.
    12 Bendito tú, Yahveh, enséñame tus preceptos.
    13 Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca.
    14 En el camino de tus dictámenes me recreo más que en toda riqueza.

  • Evangelio

    Juan 17:20-26
    20 No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí,
    21 para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
    22 Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno:
    23 yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
    24 Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplan mi gloria, la que ma has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo.
    25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido y éstos han conocido que tú me has enviado.
    26 Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos.»

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