Por: María Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net Señor, al saber que me estás esperando me he sentido indigna de ese amor, de ese beneficio… Yo te amo, Señor, pero a veces siento que soy avara de ese amor… que no pienso, que no reparo que si he conocido lo que es amarte…. que sea posible…