Tres cardenales analizan el rol de laicos en la Iglesia Católica y la vida pública

Por Alvaro de Juana

ROMA, 11 Mar. 16 / 02:40 am (ACI).- La asamblea plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL) abordó en profundidad la misión de los laicos en la esfera pública y reflexionó sobre los principales problemas y retos a los que se enfrentan.

ACI Prensa tuvo ocasión de hablar con algunos de sus destacados miembros reunidos en el Vaticano del 1 al 4 de marzo, quienes coincidieron en señalar que los laicos son absolutamente necesarios en la Iglesia para llevar el mensaje del Evangelio a todo el mundo.

El Arzobispo de Santiago de Chile, Cardenal Ricardo Ezzati, dijo a ACI Prensa que “la construcción de la Iglesia es obra del Espíritu con la colaboración de todos los que hemos sido bautizados y, por consiguiente, el ‘cristiano’ se va haciendo cristiano”.

En su opinión, los laicos tienen ante sí en la actualidad importantes desafíos. “En Chile, como en varios países de América Latina, estamos enfrentando un cambio cultural gigantesco, y por consiguiente el primer gran desafío es el de la inculturación del Evangelio, tratando de comprender también el cambio cultural para que la inculturación no sea artificial, sino que toque de verdad la realidad”.

“Los niños que nacen hoy en día nacen en un ambiente sociocultural diferente incluso desde la perspectiva religiosa. Nos corresponde a los adultos y de una manera muy particular a los padres de familia, a los pastores, hacer este esfuerzo de inculturación”, destacó.

Además, asegura que “aquí tienen un papel fundamental los laicos, en primer lugar los padres de familia. El desafío de la presencia del Evangelio de hoy día en Chile es un desafío para los laicos en primer lugar, que van construyendo en el día a día el desarrollo del país, un proyecto del país, y es allí donde se juega el testimonio y la coherencia de quienes han encontrado a Jesucristo y lo quieren hacer presente en el mundo de hoy”.

En definitiva, “laicos y pastores estamos llamados a trabajar juntos porque somos una Iglesia, no dos grupos que se contraponen, sino todo lo contrario, hermanos que han recibido dones diversos del Espíritu y lo ejercen desde una vocación específica”.

Otro miembro de la CAL es el Cardenal José Luis Lacunza, Obispo de la diócesis panameña de David, quien sostiene que quizá en ocasiones “los propios pastores no hemos sabido animar y estimular al laicado para que asuma su verdadera identidad, que es entrar en las realidades temporales e impregnarlas del Evangelio”.

“Ni los laicos tienen siempre toda la disponibilidad para eso, ni nosotros los pastores hemos sabido tocar la tecla adecuada para que el laico asuma esa tarea secular que es la que lo identifica”, manifestó.

El Purpurado recuerda que el Papa Francisco, a lo largo de sus tres años de pontificado, ha destacado en muchas ocasiones la importancia de los laicos.

“No sólo lo ha destacado hablando a los laicos, sino también hablando a los Pastores, sacerdotes, para que asumamos esa responsabilidad de dejar a los laicos que sean laicos, de no ‘clericalizarlos’. Y a la vez, que nosotros no nos ‘laicicemos’: el laico debe ser laico y el clérigo clérigo. Los dos estamos bautizados, ambos tenemos que vivir y proclamar el Evangelio pero desde ámbitos distintos”.

Por su parte, el Arzobispo de Managua y Presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, Cardenal Leopoldo José Brenes, puso como ejemplo de compromiso de los laicos la reciente Marcha por la Vida realizada el 28 de febrero.

“Fue el quinto año que se celebró. Son uso 5 kilómetros de marcha y vemos como cada año la participación de la gente es muy efectiva. En ella se manifiesta cómo el pueblo de Nicaragua siente que la familia es la base de la sociedad y hay que fortalecerla”.

El Cardenal asegura que “muchas veces los laicos son más animosos que nosotros los sacerdotes”.

“Uno le dice a los laicos ‘hay que hacer esto’ y digamos que hay que pararlo porque se ponen a hacerlo inmediatamente. Yo a veces lo comento con algunos sacerdotes: ‘los laicos son más animados’. Por ejemplo, para preparar esta Marcha no hay que decírselo dos veces. Sin embargo los sacerdotes dicen: ‘¡Ay!, es que tengo misa, tengo compromisos…’”.

“En la Asamblea hemos hablado de cómo los laicos siempre participan de la vida pública, pero necesitan el acompañamiento de sus Pastores” y “este es el gran reto de hoy porque ellos van adelante pero nosotros muchas veces los dejamos solos”.

 

 

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