Verdades de la Fe Católica II

Verdades de la Biblia

I. Apuntes varios

La Biblia es una colección de escritos inspirados por Dios.

La palabra Biblia debe su origen a la ciudad fenicia de Biblos, famoso centro de comercio de papiros.

Biblia es un plural que significa «los libros», la expresión griega «Ta Abla» quiere decir «libros santos».

En el siglo primero de nuestra era, el papa San Clemente Romano, fue la primera persona en llamarla «Ta Biblia», es decir, «La Santa Biblia» o «Sagradas Escrituras»

Se divide en dos partes:

a. Antiguo Testamento: Habla de la alianza entre Dios con el pueblo hebreo.

b. Nuevo Testamento: La alianza de Jesús con el nuevo pueblo de Dios (judíos y gentiles).

La palabra «Testamento» quiere decir «acuerdo», «pacto» o «alianza».

La palabra «Evangelio» traduce «la Buena Nueva».

Los términos bíblicos «Aleluya» significa «Bendito sea Dios», «Hosanna», «Bienvenido seas», «Shalom»  «Saludo de paz» y «Amen», «Así Sea».

La palabra «Salmo» traduce «Himno para recitar con música».

El nombre más conocido en la Biblia de Dios Padre es YHVH, que quiere decir «Yo soy el que soy».

Las Santas Escrituras utilizan varias expresiones para dirigirse al Padre Eterno, una de las más hermosas es «Dios es amor» (1Juan 4,8).

El centro de toda la Biblia es Jesús, el Hijo de Dios.

Las Biblias católicas, ortodoxas y anglicanas tienen un total de 73 libros; 46 en el A.T. y 27 en el N.T.

Las Biblias protestantes sólo aceptan 66 libros, suprimiendo siete del A.T. que son llamados como «deutero canónicos» (es decir, de la segunda lista); que son: Tobías, Judith, Sabiduría de Salomón, Sirac o Eclesiástico, Baruc, I y II de Macabeos; y algunas adiciones en griego de Ester y Daniel.

Fue escrita por más de 40 hombres entre sabios, historiadores, profetas, apóstoles y discípulos; la gran mayoría fueron hebreos y algunos son desconocidos.

Los masoretas (término que significa «los maestros de la tradición») fueron copistas del Antiguo Testamento, que vivieron entre los siglos VI y X A.C. Sus copias manuscritas se denominan textos masoréticos.

Se le da el nombre de Hagiógrafos, a los que escribieron la Biblia bajo la inspiración del Espíritu Santo.

Los lugares donde se redactó fueron: Palestina, Babilonia, Egipto, Roma, Corinto entre otras regiones.

En su elaboración se utilizaron cinco materiales:

a. Pergaminos de cuero de res que se enrollaban en cilindros de madera o cobre

b. Papiros sacados de una planta de Egipto

c. Las tablas de la ley de Dios escritas en piedra

d. Tablas de arcilla

e. Láminas de bronce

Se emplearon tres idiomas:

a. A.T. en hebreo y arameo (lengua que hablaba Jesús)

b. N.T. en griego

Fue escrita en un período de 3.500 años; se empezó en tiempos de Moisés, y se terminó poco antes de  morir el último apóstol, San Juan (+102 D.C.)

Tiene ocho géneros literarios:

a. Narraciones o relatos

b. Historias de héroes, eventos importantes o epopeyas

c. Leyes sagradas

d. Sapienciales o de sabiduría

e. Poemas, cantos o himnos religiosos

f. Profecías que contienen los «oráculos del Señor»

g. Revelaciones como el libro de Daniel y el Apocalipsis de San Juan

La Exégesis y la Hermeneútica, son las dos ciencias que utiliza la Iglesia Católica para darle la correcta interpretación de los textos sagrados.

El primer escrito del Nuevo Testamento fue la primera carta a los tesalonicenses, que se elaboró por el año 50 o 51 D.C.

De los  cuatro evangelios el de San Lucas es el más fácil; San Mateo, el más pedagógico;  San Marcos, el más corto y San Juan el más espiritual.

El primer evangelio en redactarse al parecer fue el de Marcos, hacia el año 45; y el último en de Juan por el año 96 D.C.

El sermón más famoso de la Biblia es el que pronunció Jesús, llamado el «sermón del monte»; y se encuentra en los capítulos 5º al 7º de San Mateo.

El país de la Biblia, es identificado de diferentes nombres:

a. Tierra de Canaam  (o tierra prometida)

b. Palestina (o tierra de los Filisteos)

c. Israel ( o tierra de los hijos de Jacob)

La ciudad más importante de la Biblia es Jerusalén, la capital de Israel; considerada como la «Ciudad de Dios», «Ciudad Santa» o «Ciudad de la paz».

El río más importante de la Biblia es el Jordán, donde Juan el Bautista bautizó a Jesús.

El lago más importante de la Biblia es  Genesaret o «lago de Galilea»; aquí fue donde el Señor realizó grandes milagros y predicó a sus discípulos.

Las montañas de mayor importancia en las Escrituras son:

a. El Monte Sinaí, donde Moisés recibió las tablas de la ley de Dios

b. El Monte Carmelo, donde el profeta Elías realizó la prueba de fuego ante los adoradores de Baal

c. El Monte Sión, aquí se encontraba el palacio que edificó el rey David

d. El Monte Moría, lugar donde el rey Salomón construyó el templo de Jerusalén

e. El Monte Tabor, donde  se presentó la transfiguración de Cristo

f. El Monte de los Olivos o del Getsemaní, aquí el Mesías oró y sudó gotas de sangre; es el lugar desde donde regresó al cielo.

En la antigüedad y hoy en día los llamados «judíos ortodoxos», tienen la costumbre de llevar los mandamientos en un cofre atado con una cinta en la frente, y otro en el brazo derecho.

El Apocalipsis es como un gran resumen de la Biblia, allí se encuentra temas de los profetas, de los sabios, de los evangelios y de las cartas de los apóstoles.

Jesús es presentado en el libro de las Revelaciones como un Cordero degollado, como un jinete en un caballo blanco y como el Hijo del hombre lleno de majestad y poder.

El Apocalipsis termina con la más bella oración: «Ven Señor Jesús».

II. Curiosidades en general

En el libro del Génesis no se menciona que la fruta probada por Eva y Adán fuera una manzana, es más seguro que comieran un hijo, una nuez, una algarroba o una  naranja. El error viene de un editor que tradujo mal el término malus-malum (mal fruto) por manzana.

En Irak se encuentra la región de Qurna, 500 kilómetros al sur de Bagdad; aquí según la tradición musulmana está el famoso árbol de Manzanas del Jardín del  Edén.  Este fértil  terreno  es  la  confluencia  de  los  ríos  Tigris  y Eufrates, de la antigua Mesopotamia. En épocas lejanas allí no había más que agua, pero luego surgió la tierra y apareció el primer hombre, Adán (Hombre de barro rojo), y Eva (Madre de los vivientes).

El papa Juan Pablo II ha hecho una interesante comparación entre Eva y María:

– Eva: Madre de los vivientes (Génesis 3,20).

– María: Madre de la iglesia (Juan 19, 26-27).

– Eva: Desobediencia al mandato de Dios (Génesis 3,6).

– María: Obediencia al mandato de Dios (Lucas 1,38).

– Eva: Se le apareció el ángel caído en forma de serpiente (Génesis 3,1).

– María: Se le presenta un ángel del Señor (San Gabriel) (Lucas 1,26).

– Eva: Entró el pecado al mundo (Génesis 3,12-13).

– María: Entró la salvación universal (Gálatas 4,4).

– Eva: Está al pie del árbol del bien y el mal (Génesis 3,5).

– María: Está al pie del madero de la cruz (Juan 19,25).

El relato del diluvio universal era no solamente conocido por los judíos, sino también por otros pueblos antiguos como los japoneses, egipcios, sumerios, hindúes, los indígenas del Orinoco venezolano y de Norteamérica.

El arca de Noé se encuentra sepultada bajo el hielo en lo alto del monte Ararat, en el país de Armenia.

Según el Génesis a partir de los tres hijos de Noé con sus esposas se volvió a poblar la tierra:

a. Sem: Se instaló en Asia, y dio origen a la raza amarilla.

b. Cam: Se fue a Africa, y dio origen a la raza negra.

c. Jafet: Se trasladó a Europa, y dio origen a la raza blanca.

En la mezquita llamada la «Cúpula de la Roca» o «mezquita de Omar» en Jerusalén, se observa en su interior una gran piedra en el suelo donde se asegura que Dios creó a Adán, y donde el patriarca Abraham iba a sacrificar a su hijo Isaac.

En la cueva de Macpelá, cerca de la ciudad de Hebron (Cisjordania), se encuentra una mezquita donde está la tumba de los patriarcas Abraham, Isaac, Jacob en compañía de sus esposas Sara, Rebeca y Lía.

El mar muerto es el escenario de lo que fue la destrucción bíblica de las corrompidas ciudades de Sodoma y Gomorra. Es el lugar más caliente de la tierra y completamente estéril; los peces que bajan del río jordán mueren por el alto contenido de sal en sus aguas, y tampoco vuelan las aves sobre sus cielos; las arenas de sus alrededores se utiliza en la elaboración de cosméticos y mascarillas para la piel; además la gente que se baña en sus agua flota y no se hunde.

Dentro del monasterio ortodoxo de Santa Catalina a los pies del monte de Moisés, se conserva el arbusto de la famosa «Zarza Ardiente»; desde donde Yahvé le ordena al caudillo judío sacar a su pueblo de la esclavitud en Egipto.

El maná no cayó del cielo, sino que es una resina dulce que se encuentra en los arbustos del Sinaí.

Los mandamientos de la ley de Dios eran doce, como los de los hebreos. La Iglesia Católica los resumió a diez según el criterio de San Agustín, para que la gente los memorizara más fácil, al igual que los dedos de las manos.

En Jerusalén hay una sinagoga donde está la llamada «tumba del rey David».

En el libro de Daniel se dice que fue un ángel quien le cerró la boca a los leones, para que no lo devoraran cuando estuvo en el foso.

En el libro de Jonás se habla de un gran pez que se tragó al profeta, pero no se especifica que fuera una ballena.

El muro de los lamentos en Jerusalén donde los judíos hacen oración, es lo único que queda del magnifico templo construido por el rey Herodes el Grande.

Los nombres de los padres de la Virgen María, San Joaquín y Santa Ana; son sacados de los evangelios apócrifos.

A los cuatro evangelistas se les pintan o representan con la imagen de los cuatro seres vivientes del profeta Ezequiel y el Apocalipsis de San Juan: Un Hombre (La inteligencia), Un León (El valor), Un Buey (La fuerza y la mansedumbre) y un Aguila (La velocidad y la altura).

El relato del nacimiento de un «Hombre Salvador» se encuentra también presente en las tradiciones ancestrales de los chinos, hindúes, persas, griegos y romanos.

La estrella de Belén que siguieron los magos al encuentro con el pequeño Mesías, pudo ser la conjunción de los planetas Marte, Júpiter y Saturno o una super Nova (estrella de gran luminosidad).

Los evangelios no mencionan el día ni el mes del nacimiento de Jesús. La fiesta del 25 de diciembre fue impuesta posteriormente en el siglo IV, por el emperador Constantino.

El evangelio de San Lucas no hace referencia a un buey y un asno en el pesebre donde nació el Redentor. Sin embargo, el buey es símbolo de paciencia y trabajo. Como el cordero y el mismo Jesús es también una víctima, pues el pueblo judío acostumbraba a dar como ofrenda, el sacrificio de un pequeño buey. El asno es símbolo de la humildad, tal como el profeta había anunciado: «mira que viene tu rey lleno de mansedumbre, sentado en un asno».

José el padre adoptivo del Señor, no fue un hombre anciano como lo describieron los santos padres de la iglesia; al contrario, debió de ser un varón de unos 30 a 35 años de edad, para que protegiera a María y al pequeño niño.

El evangelio de San Mateo no relata que fueron tres los magos venidos de Oriente. Simplemente se deduce este número por los regalos que le obsequiaron al Niño Dios: oro, incienso y mirra. En otras tradiciones se mencionan que eran 2, 4, 8 y hasta 12. Igualmente, el apelativo de «reyes magos» y sus nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar; fueron añadidos después.

La tradición cristiana sitúa a estos tres personajes procedentes de Arabia, India y Etiopía; dando a entender que de estas tres regiones pertenecían las tres razas conocidas en ese tiempo.

Los tres regalos presentados al Divido Niño tienen los siguientes significados:

a. Oro: simboliza la realeza de Jesús, descendiente de la casa de David.

b. Incienso: simboliza el sacerdocio eterno del Mesías, ya que este es el perfume que se utilizaba en el altar del templo sagrado.

c. Mirra: simboliza la profecía de la muerte redentora de Cristo, pues es la sustancia que empleaban los judíos para embalsamar los cuerpos de sus difuntos.

En Belén se localiza la llamada «Gruta de la Leche». Una antiquísima leyenda afirma que aquí la Santísima Virgen solía darle pecho al Niño Jesús; un día la Madre dejó caer al suelo una gotas de su leche que tornaron blancas y blandas las piedras de la cueva. Desde entonces este lugar es objeto de veneración tanto por las madres cristianas como musulmanas.

Los evangelios apócrifos narran que en el destierro de la Sagrada Familia a Egipto, las palmeras del desierto de inclinaban para darles sombra, aparecían milagrosamente manantiales de agua y las fieras iban a postrarse a los pies del Divino Niño.

Cerca del Cairo (Egipto), hay un viejo y frondoso Sicomoro llamado el «Arbol de la Virgen»; dice la tradición que aquí buscaban refugio del candente sol la Sagrada Familia. Hoy en día es común ver en sus ramas pañuelos y cintas como reconocimiento de las mujeres cristianas y musulmanas, por algún favor atribuido a la Madre del Hijo de Dios.

Los años ocultos de Jesús transcurrieron  normalmente en Nazaret al lado de su padres, y no con los monjes tibetanos o en las escuelas de esoterismo y ocultismo en Egipto; como lo quieren hacer ver algunos escritores.

Una parte de la casa donde vivió la Sagrada Familia de Nazaret, fue traslada por los ángeles del cielo a la ciudad de Loreto (Italia).

En Caná de Galilea hay una iglesia cristiana de varias confesiones, donde se encuentra una enorme tinaja, que se supone fue utilizada por el Mesías para realizar el milagro del agua en vino.

En la región de Samaria se halla dentro de una capilla de los ortodoxos griegos, el pozo de la samaritana, a la que Jesús pidió de beber agua.

En Betania todavía se conserva el llamado «sepulcro de Lázaro», que es una gruta clavada en la roca.

En el viaje del papa Juan Pablo II en marzo de 2000 a Jerusalén, el Cenáculo o habitación alta donde se celebró la Ultima Cena; fue canjeada por la iglesia de Santa María la Blanca, antigua sinagoga en Toledo (España).

El apóstol Tomás recibía el título de «gemelo», al parecer por su gran parecido físico con Jesús. Pudo haber sido esta la razón por la que Judas el «traidor» tuvo que identificar a Cristo con un beso.

San Marcos describe en su evangelio a un joven que podría ser el mismo, y que seguía de cerca al Maestro cuando fue hecho prisionero, cubriendo su cuerpo con una sábana, pero al ser capturado huyó desnudo.

En el Via Crucis el encuentro del Mesías con su Madre, con la Verónica que le limpio el rostro, al igual que sus tres caídas; corresponde a las tradiciones antiguas y no a los escritos de los evangelios.

En el monte Calvario o Gólgota (la calavera), Jesús se encuentra en la cruz desde las doce del día hasta las tres de la tarde, que es cuando muere por asfixia.

Según algunas tradiciones antiguas  se creé que debajo de la cruz del Mesías se encontraba la tumba de Adán; mientras que la de Eva está localizada a las afueras de Bagdad (Irak).

El nombre de los dos ladrones Dimas y Gestas que acompañaron a Cristo en la crucifixión, corresponden también a la tradición y no a la Biblia.

Tanto en Jerusalén (Israel) como en Efeso (Turquía), hay dos iglesias que reclaman el derecho de ser la tumba de la Virgen María, desde donde fue llevada a los cielos por los ángeles.

Durante los tres primeros siglos del cristianismo el monte Calvario, fue   destinado como templo de los dioses paganos de los romanos.

El número de la «Bestia» mencionado en el libro del Apocalipsis, identifica  el nombre en clave del emperador romano Nerón César.

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