¿Y cuál es mi tesoro?

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Señor me enseña que donde está mi corazón allí estará también mi tesoro. Pero ¿alguna vez me he preguntado dónde está mi corazón realmente? ¿En mis gustos, caprichos, en mi familia, en las cosas materiales, en las cosas terrenales, en las cosas celestiales?

Mi corazón debe estar en la perla preciosa que, encontrándola, sería capaz de dejarlo todo por comprarla, pero ¿cuál es mi perla preciosa? El mundo de hoy me presenta tantas perlas que, por fuera, aparentemente son hermosas, pero por dentro su contenido es efímero, es pasajero, son simplemente borracheras de felicidad que, tarde o temprano, se desvanecerá todo lo llamativo que tenían por fuera y dejará ver el contenido real que contienen.

La perla por excelencia es Cristo y quien lo encuentra realmente jamás se arrepentirá de haber vendido todo por tener su Corazón en mi corazón. ¿Estoy dispuesto a hacer la prueba?

«No mañana, ahora, porque allí, ahora, donde está tu tesoro está también tu corazón; y aquello que los enamore conquistará no solo vuestra imaginación, sino que lo afectará todo. Será lo que los haga levantarse por la mañana y los impulse en las horas de cansancio, lo que les rompa el corazón y lo que les haga llenarse de asombro, de alegría y de gratitud. Sientan que tienen una misión y enamórense, que eso lo decidirá todo. Podremos tener todo, pero, queridos jóvenes, si falta la pasión del amor, faltará todo. ¡La pasión del amor hoy! ¡Dejemos que el Señor nos enamore y nos lleve hasta el mañana! Para Jesús no hay un “mientras tanto” sino amor de misericordia que quiere anidar y conquistar el corazón. Él quiere ser nuestro tesoro, porque Jesús no es un “mientras tanto” en la vida o una moda pasajera, es amor de entrega que invita a entregarse».
(Homilía de S.S. Francisco, 27 de enero de 2019).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Que hoy pueda vender algo de mi tesoro para comprar el de Cristo.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Related posts

*

Top