REDACCIÓN CENTRAL, 19 Oct. 15 / 02:03 am (ACI).-
Cada 19 de octubre laIglesia Católica celebra a San Pablo de la Cruz, el fundador de los Padres y Hermanas Pasionistas, quien invitaba a obrar “de manera que todos vean que llevas, no sólo en lo interior, sino también en lo exterior, la imagen de Cristo crucificado, modelo de toda dulzura y mansedumbre”.
Nació en Ovada, Italia, en 1694. Cada vez que pasaba por algún sufrimiento, su madre le recordaba del crucifijo y su padre le leía vida de santos que lo animaban a ser mejor.
Tuvo una aparición de la Virgen en la que se le reveló el hábito, el emblema y estilo de una comunidad religiosa en Jesucristo crucificado. San Pablo le compartió este mensaje a Mons. Gattinara, Obispo de Alejandría, quien le puso el hábito de la pasión.
Se asoció con su hermano Juan Bautista y juntos emprendieron la misión de fundar una comunidad. Luego el Papa les permitió fundarla y fueron ordenados sacerdotes en 1727.
San Pablo de la Cruz solía tener una cruz en la mano y a veces usaba una corona de espinas en la cabeza para predicar sobre los sufrimientos de Cristo.
Dice la tradición que en ocasiones se le aparecía a algunas personas para darles indicaciones importantes y luego desaparecía, estando él en otro sitio en ese momento.
Finalmente logró fundar la comunidad de los Padres y las Hermanas pasionistas, que se dedicaron a propagar el amor a la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
El Papa Clemente XIV le concedió a San Pablo de la Cruz la casa y la Basílica de los Santos Juan y Pablo, donde vivió sus últimos días. Fue llamado a la Casa del Padre en 1775 con 80 años de edad.
De esta gran familia Pasionista surgieron San Vicente María Stambri, San Gabriel de la Dolorosa y Santa Gemma Galgani.