Por Marta Jiménez
ROMA, 06 Jul. 15 / 11:49 am (ACI).- En el Vaticano todos rezan por los frutos del segundo viaje apostólico del Papa Francisco a América Latina pero una persona vive estos días de modo especialmente intenso. Se trata de la religiosa Andrea Romero Saltos, la única mujer ecuatoriana que trabaja en la Santa Sede.
“Yo estoy muy feliz… Ayer lo veíamos llegar (a Ecuador) y me siento con mucha alegría y mucha esperanza, porque la visita del Santo Padre es de verdad la esperanza del Evangelio… yo sé que va a ser una gracia para cada una de las personas, de los hogares, de las familias”.
“Que abran su corazón, que abran las puertas más allá del credo religioso. Porque el Papa como Vicario de Cristo pasa por esta vida con la intención de hacer el bien y abrazar con la misericordia del Padre a todos”, explicó la hermana Romero a ACI Prensa el 6 de julio desde el Vaticano.
Esta oficial de la Pontificia Comisión para América Latina sigue cada paso de la visita del Papa Francisco por Sudamérica.
De este modo, Ecuador se convierte en el primer país latinoamericano que el Santo Padre visita dentro en un viaje apostólico. Para la Hermana Andrea, misionera Idente, este hecho no es casualidad, sino más bien, un mensaje esperanzador.
“¿Crees que Ecuador es una periferia del mundo?”. La religiosa responde que “posiblemente sí”. Con esta visita el Santo Padre “nos invita a todos a salir a las periferias no solo geográficas, sino también existenciales. En cierta forma diría que es un país pequeño, y no creo que sea casual que el Papa Francisco haya decidido iniciar su primer viaje apostólico a América en Ecuador. Es un signo bonito, nos invita a cada uno a salir, llegar y abrazar desde estas periferias a toda la humanidad, su dolor, y su sufrimiento”, dijo.
“De verdad, me siento muy feliz de que haya tantas personas que están luchando ante las dificultades de la vida, y que puedan recibir esta gracia, esta alegría que te sabe a eternidad, que no son las alegrías de este mundo, sino que como dicen el Santo Padre son la alegría del Evangelio, la alegría de que has encontrado a Cristo en tu vida y que da a tu vida un horizonte, una dimensión mayor”, añadió.
Ecuador es un país católico, un pueblo religioso que cada día se esfuerza por fortalecer y renovar su fe. “Es una Iglesia en camino, en misión, con el deseo de vivir la comunión con el Papa, y de manifestarla. Pienso que como toda la Iglesia latinoamericana… quiere vivir verdaderamente la misión continental, en la que todos los cristianos y católicos vivamos la gracia recibida en el bautismo”.
“Estamos todos llamados a ser misioneros y dar testimonio de nuestra fe en la vida cotidiana, es el desafío de vivir la santidad y la misión en la cotidianidad de la vida. Pienso que es una Iglesia que está caminando, creciendo, y cada vez más misionera”.
Durante su primera jornada en Ecuador, el 6 de julio, el Papa Francisco ya ha visitado el Santuario de la Divina Misericordia en Guayaquil.
“El Santo Padre cuida mucho los signos concretos… creo que es un preámbulo del Jubileo de la Misericordia que iniciaremos a finales de año. Él lo decía: ‘Voy con este abrazo de la misericordia del Padre‘. Son como las puertas abiertas de la misericordia donde podemos entrar todos. Y yo creo que el Papa visita este santuario para poner este signo externo de llevarnos a todos a descubrir este abrazo misericordioso de nuestro Padre celestial”, afirmó la hermana Romero.
Sobre la visita del Papa al Santuario de Nuestra Señora del Quinche, la Patrona de Ecuador, la religiosa dijo que “el pueblo ecuatoriano es también muy mariano. Hay una gran devoción, amor y confianza en la asistencia de María, de la Virgen, y el Santo Padre la ha querido visitar”.
Siga paso a paso la visita del Papa en:https://www.aciprensa.com/sudamerica2015/
