Le fe mueve montañas

Por: Víctor Hugo Gamboa | Fuente: Catholic.net
Meditación del Papa Francisco

La liturgia del día propone el Evangelio en el que Jesús expulsa a los mercaderes del Templo, porque han transformado la casa de oración en una cueva de ladrones. Y lo que hace Jesús es un gesto de purificación, el templo había sido profanado y con el Templo, el pueblo de Dios. Profanado con el pecado tan grave que es el escándalo.

La gente es buena, la gente iba al Templo, no miraba estas cosas; buscaba a Dios, rezaba… pero debía cambiar las monedas para las ofrendas. El pueblo de Dios no iba al Templo por esta gente, por los que vendían, pero iban al tempo de Dios y allí había corrupción que escandalizaba al pueblo. Por eso yo pienso en el escándalo que podemos causar a la gente con nuestra actitud, con nuestras costumbres no sacerdotales en el Templo: el escándalo del comercio, el escándalo de la mundanidad… Cuántas veces vemos que entrando en una iglesia, aún hoy, está ahí la lista de los precios, para el bautismo, la bendición, las intenciones para la misa. Y de todo esto el pueblo se escandaliza. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 21 de noviembre de 2014, en Santa Marta).

Reflexión
En este pasaje del evangelio, Cristo muestra su amor al Padre, busca darle siempre el primer lugar en su vida. Para estar con Dios es necesario darle el lugar que le corresponde, pues si no fuera por Él, no sería posible nada de lo que ahora vemos y sentimos. Cristo nos muestra la importancia de poner a Dios en el centro, de estar unidos a Él, y la forma de estar unidos es vivir con fe en cada momento de nuestra vida. Cuando vivimos cada día así, dejamos entrar a Dios en nuestra burbuja para transformarnos en sus hijos muy amados.

Propósito
El día de hoy, en cada actividad, buscaré ver a Dios para tenerle presente.

Diálogo con Cristo
¡Señor!, sé que a veces me he alejado de ti. No me he confiado en tus manos, me he desesperado cuando surge alguna dificultad. Quiero ser tu mejor amigo, ayúdame a salir de esta incredulidad que no me permite estar muy cerca de ti. Señor, confío en ti. Ayúdame a crecer más en ti, pues tú vales la vida entera; ayúdame a verte en los demás, en los que sufren; enséñame el camino que he de seguir y nunca permites que me separa de ti. Así sea.

Related posts

*

Top